Vidas en un plis-plas (1)

UNA, otra de nuestros personajes, tenía ocho años cuando un grupo de compañeros del cole se ensañaron con ella de manera repetida. Al parecer el bullying se inició machacándole la pobre condición económica de su familia. La respuesta de UNA fue siempre la misma, callarse e intentar evadirse de aquellos humillantes encuentros manteniéndose al margen de la vida común del cole. Nunca dijo nada en casa porque seguro le hubieran restregado su falta de valentía y señalado como la incitadora de los incidentes. Hoy en día, sus compañeros de trabajo la perciben como una persona taciturna y bastante gris como mujer. Su figura descuidada por el tipo de indumentaria que lleva, parece ir encorvándose cada vez más y con ello, escondiendo mejor los pechos de la mirada de todos, sobre todo de los hombres. Sola y sintiéndose sola, revisa las páginas de citas. Le gustan las películas románticas y sueña, a escondidas de su propia voluntad, con algún compañero o protagonista del momento. Sigue el telediario, con sus delitos y sobre todo, sus víctimas. Cotillea con sus vecinas de la vida insegura y ahorra, ahorra mucho. El ahorro es clave para UNA. Su cuenta ya abultada con los años está destinada a ofrecerle un mejor y merecido futuro, pero aún desconoce cómo convertirlo en presente.