Un buen día UNO decidió exponer un estudio sobre la amistad con el título “La RedAmi, una mutación en la época contemporánea”.

Para UNO la tradicional relación afectiva que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad entre dos o más personas, si bien aún persiste, ha sufrido una interesante transformación.

En la parte introductoria de su presentación, UNO recordó que la amistad, tal como la conocemos, es un sentimiento compartido donde se busca confianza, consuelo, apoyo, amor, respeto. Y aclaró que este sentimiento implica la existencia de un afecto instintivo llamado simpatía, responsable de inclinarnos hacia la actitud o comportamiento de la otra persona. Gracias a la simpatía se nos hace agradable la presencia del otro y nos surge el deseo de estar junto a él y desearle lo mejor. Sin embargo, nos advierte en contra del cotilleo propio de algunas personas cuyo único interés es acercarse para obtener información fresca y rumiarla luego junto a otros de la misma calaña. También lo hace, cuando se refiere al agite del hincha que anhela inconscientemente apoderarse de los logros de sus ídolos para sentirse importante.

Ya en el centro de su exposición UNO nos habla de la RedAmi. Gracias a las redes sociales, nos aclara UNO, colocamos grandes contenidos de información sobre nosotros mismos: de manera directa a través de nuestras fotos, videos y escritos, o bien, de manera indirecta con las fotos, videos y escritos de otros. Toda esta información, que por lo general no llega a tener en apariencia un contenido de mucha intimidad, ofrece más allá de lo que podemos imaginar, importantes detalles de lo que somos y pensamos. De esta manera, nuestra esencia viaja por el espacio y sin saber ni cuándo ni dónde es vista e inspeccionada por cientos o miles de personas. Gracias a las redes sociales, las probabilidades de alcanzar alguna “simpatía” se incrementan notablemente y como consecuencia de ello empiezan a llegarnos los LIKEs y/o los COMENTARIOS.

UNO nos aclara que si bien este fenómeno que llama RedAmi, no puede paragonarse con la amistad tradicionalmente entendida, cuya característica principal es el “cara a cara”, tiene un contenido afectivo importante que alcanza una dimensión nunca antes vista.

Para finalizar, UNO se excusó porque tenía que retirarse. Había hecho una pausa para venir a la presentación, pero debía regresar rápidamente a su ordenador para poder atender a sus seguidores que seguramente estarían extrañados por su ausencia de la última hora.